miércoles, 30 de marzo de 2011

¡Siento que doy más en la relación!

Me llama la atención que más de una mujer cuando ya ha pasado por un proceso de divorcio y después del duelo, experimentan una sensación de plenitud y libertad indescriptibles.
Muchas de ellas logran lo que nunca había hecho por sí mismas, bajan de peso, hacen ejercicio, no tienen que darle cuenta de su hora de llegada al esposo, ni pedir permiso para salir con las amigas, en cuanto a las responsabilidades de la casa pueden ser más laxas pues pueden dejar los trastes sucios una noche y nadie las regaña, etc.
¿Que generará esto? ¿Cómo es que se presentan estas situaciones en la vida de pareja?
Tal vez parte de la explicación radique en la expresión que muchas veces he escuchado en las sesiones;
¡Siento que doy más en la relación!
Y aunque el caso que arriba menciono se refiere a una mujer, el hombre no está exento de ser él el que exprese esa frase.
Esta sensación de dar mucho o de dar más que la pareja en la relación es cierta y puede presentarse en cualquier relación en donde no se cuiden los equilibrios en las responsabilidades. Pero cuando hablo de equilibrio en las responsabilidades me refiero a que cada quien es responsable de cuidar sus propios límites, es decir, no dar más allá de lo que puedes dar EN ESE MOMENTO. Y quiero ser específico en este punto, porque existen momentos en que por más que queremos dar nos pesa, puede ser que después lo podamos hacer pero en ese momento no. Y debemos reconocer nuestros límites. (ojo no estoy hablando de ser egoístas y pensar sólo en nosotros, estoy hablando de hasta donde dar en ese momento). Por ejemplo, si en ese momento, en esa situación no quieres hacer el favor de pagar la tarjeta de crédito, si sientes que el hacerle ese favor te costará demasiado, por esta ocasión di que no.
Porque si pasamos el límite, nos queda una sensación de estoy dando más y hacemos una especie de factura que al menor estímulo cobramos con intereses, recordamos y culpamos a los demás de haber dado de más (¿qué culpa tiene el otro?) con frases como:
“te acuerdas que cuando estábamos en … yo hice tal cosa… y el 25 de febrero del 20… también hice..” etc, frases como estas denotan que no somos claros en nuestros límites. Que no estamos luchando por un equilibrio en la relación de pareja. Para esto te hago las siguientes recomendaciones:
-La relación de pareja es para ACOMPAÑARSE, para ayudarse a crecer, no para limitarse. No somos el papá o la mamá de nuestra pareja y por lo tanto es importante que dejemos en libertad a nuestra pareja para que se desarrolle. La relación debe estar basada en acuerdos, no en limitantes.
-Desarrollar EMPATÍA, esto significa la capacidad para ponerte en el lugar de la otra persona, en vez de juzgar y decirle ¡no hagas eso, no te va a funcionar!, etc. Incentivar a la persona para salir adelante. Ponerme en el lugar de la otra persona implica eso, entenderla, pero luego debo hacer el ejercicio de PREGUNTARME hasta dónde puedo ayudar a mi pareja en esa situación recordando que NO SOY el responsable de su vida y no soy el único o la única que le puede ayudar.
Un saludo y nos vemos la siguiente semana.

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