domingo, 23 de enero de 2011

¿Qué son los sentimientos?

Los sentimientos son parte de nosotros, aunque en ocasiones no lo sepamos. Y nos son de vital ayuda para la vida cotidiana, pero en esta vida de rápidas decisiones muchas veces nos enseñan a tomar decisiones con la “cabeza”. Pero ¿y qué pasa con los sentimientos?, ¿qué nos han enseñado de los sentimientos?, ¿cómo los manejamos?
En la escuela nos enseñan a restar,  a multiplicar, a dividir  y en casa nos enseñaron a tender camas o “colgar la hamaca”, pero ¿cuándo llevamos la “materia” de sentimientos 1?, y nos dijeron:  “ el tema de hoy, ¿cómo enfrentar la pérdida de un ser querido?”.
Y es que la educación que hemos recibido acerca de los sentimientos se basa en negativas; ¡no llores! O cuando vimos llorando a mamá y le preguntamos, ¿por qué lloras mamá? La respuesta fue, en el mejor de los casos, -nada, se me metió una basurita en el ojo.
Y resulta que crecemos desconociendo esta parte nuestra.
En términos sencillos yo digo que los sentimientos son MENSAJEROS, nos revelan aspectos de nuestra personalidad que de otra manera sería difícil conocer.
Los sentimientos son el vehículo que utilizamos para recibir una “notificación”, de que algo en nuestro interior necesita ser atendido, que existe en ese momento una necesidad que pide ser escuchada, en palabras más directas, YO necesito algo.
Pero no le hacemos caso, no nos atendemos. Crecemos con muchas creencias negativas acerca de los sentimientos, alguna de las que más he escuchado en el consultorio son:
-Es que son malos…
-es que si me permito sentir, me va peor…
 en riesgo la integridad del individuo.
Y una de  las creencias, como mencioné, que nos hacen pensar que no debemos tomar los en cuenta es creer que son malos.
En  muchos talleres he hecho la misma pregunta y la respuesta es la misma.
¿Por qué piensan que son malos los sentimientos?
Porque hacen daño.
¿De qué manera hacen daño?- pregunto-
Porque nos dañan y dañan a los demás.
Saben?, eso es imposible, los sentimientos no pueden dañar a nadie.
Lo que daña son las acciones, pero hemos aprendido que sentir es igual a actuar, hemos hecho una mala ecuación con los sentimientos y las acciones. No por que sienta odio, tengo que actuar ese odio o al menos hacer que  lastime al otro.
Una de las herramientas para manejar efectivamente los sentimientos es poder entender que no son malos y el actuar no necesariamente tiene que lastimar a alguien. Más bien deberíamos aprender estrategias para comunicar la ira, el coraje y el rencor, de manera efectiva y eficiente.

Psic. Pablo Cocom Marrufo

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