viernes, 18 de enero de 2013

La Zona Intermedia

Fritz Perls el que desarrolla la Guestalt como terapia habla de que tenemos tres zonas. La interna, la externa y la intermedia o zona de la fantasía, pero a él le gustaba llamarla “la prostituta de la mente” (y personalmente creo que tenía razón).
Estas zonas las plantea él como parte del darse cuenta, elemento indispensable para poder conocernos y diferenciarnos del ambiente en el que nos movemos. Las describo a continuación:
a) El darse cuenta del mundo o zona externa
Se relaciona con el contacto sensorial. Nos permite ponernos en contacto con los objetos y acontecimientos del mundo que nos rodea, de todo aquello que está fuera y de lo que ocurre más allá de nuestra piel. "Yo veo, toco, oigo, huelo,..."; "yo percibo, aquí y ahora,..."
b) El darse cuenta de sí mismo o zona interna
Comprende todas aquellas sensaciones y sentimientos que ocurren dentro de nosotros. Nos permite ponernos en contacto con nosotros mismos. "Yo siento, me siento..."; "yo siento, aquí y ahora,..."
c) El darse cuenta de la fantasía o zona intermedia
Incluye toda la actividad mental (pensar, imaginar, recordar, planificar,...). Nos permite ponernos en contacto con nuestras fantasías. "Yo pienso, imagino, recuerdo, deseo,..."; "yo pienso, aquí y ahora,..."
Hoy quiero enfocarme en esta última y su influencia en la toma de decisiones. Pues muchas veces se presenta en este momento y puede generar consecuencias devastadoras.
Por su naturaleza la zona intermedia, como ya describí, nos lleva a imaginar, recordar. Y al imaginar que pudiera ocurrir y recordar situaciones pasadas nos pueden paralizar e impedir hacer algo por nosotros.
Por eso apoyo la idea de llamarle, la chica fácil de la mente. Pues si no tenemos cuidado al momento de tomar decisiones podemos CREER que estamos razonando, usando la lógica, y tomando decisiones de la mejor manera. Cuando en realidad lo que ocurre es que estamos en la zona intermedia, teniendo pensamientos parecidos al siguiente: "esto ya me paso antes mejor me protejo haciendo esto..." Que traducido a un ejemplo puede sonar así: "me gusta, pero todos los hombres son iguales". "A las mujeres ni todo el amor ni todo el dinero". Etc, etc. Y sin darnos cuenta, prostituimos nuestra mente, nuestro pensamiento, con miedos que ocurrieron, con fantasías que no sé si serán. Pero en la zona intermedia TODO es posible, pues es mi imaginación la que construye, y término dictándome las mismas malas soluciones de siempre.
Es una habilidad de la mente el poder planear, adelantarnos a los eventos, pero cuando los usamos en exceso y creyendo que estamos razonando, nos perdemos del camino, nos lleva a no saber de nosotros. Y lo podemos identificar porque cuando planteamos alguna solución usamos el creo, “creo que puede ser por esto…”, “creo que esta es la solución…”, “a lo mejor aquello…”, “tal vez…”. Y no sabemos de nosotros, no encontramos soluciones, únicamente tenemos más hipótesis que no confunden y distraen.
Cuando tengas duda afírmalo, lo que planteaste como una hipótesis, como un tal vez, afírmalo y escucha como se siente en tu cuerpo, ¿se siente como verdadero o como falso? Eso es estar en equilibrio, razón y emoción juntas.
Ten cuidado y toma conciencia de que tanto usas tu zona intermedia.

Te mando un abrazo y recuerda que: "el que no veas la salida, no quiere decir que no exista. Simplemente no la ves en este momento"
Pablo A. Cocom Marrufo
institutopsicoterapiahumanista@gmail.com

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