Otro aspecto por el cual a algunas personas se les dificulta pedir ayuda terapéutica; es el no reconocer la diferencia entre desahogar y resolver.
Cuando contamos algún problema nuestro y somos escuchados, inmediatamente se genera una sensación de bienestar. Eso no significa que los problemas se hayan resuelto. Y es justo ahí donde mucha gente se confunde, ya que al sentirse desahogado pueden creer que "todo va a tener solución", pero no hacen nada en concreto para que se solucione.
Pensar en una solución, también genera un sentimiento de alivio, pero si no se lleva a cabo nada se resuelve. Y es que muchos se hacen promesas que nunca cumplirán o son las mismas acciones de siempre; pretendiendo tener resultados diferentes. ¿Cómo saber que son las mismas propuestas de siempre? Porque nunca dan resultado.
Revisa las consecuencias de tus decisiones, si el problema no se esta resolviendo, tal vez sea momento de pedir ayuda.
Psic. Pablo Cocom M. 9999551579
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