viernes, 15 de febrero de 2013

LAS CREENCIAS QUE NOS LIMITAN

Un hombre se hallaba en el tejado de su casa durante unas inundaciones y el agua le llegaba a los pies.
Poco después, pasó un individuo remando en una canoa y le gritó:
- “¡Oiga! ¿Quiere que le lleve a un sitio más alto?”.
- “No, gracias - replicó el hombre -. Tengo fe en el Señor y Él me salvará”.
Pasó el tiempo, y el agua le llegaba al hombre hasta la cintura. Entonces pasó por allí una lancha de motor.
- “¿Quiere que le lleve a un sitio más alto?” - gritó el que la llevaba.
- “No, gracias - respondió el hombre -. Tengo fe en el Señor y Él me salvará”.
Más tarde, cuando el nivel del agua le llegaba hasta al cuello del individuo, llegó un helicóptero.
- “¡Cójase a la cuerda - gritó el piloto -. Yo le subiré”.
- “No, gracias - dijo el hombre por tercera vez -. Tengo fe en el Señor y Él me salvará”.
Desconcertado, el piloto dejó a aquel hombre en el tejado, casi cubierto por las aguas. Después de haber pasado horas allí, el pobre hombre no pudo resistir más, se ahogó y fue a recibir su recompensa.
Mientras aguardaba en las puertas del Paraíso, se halló frente al Creador y se quejó de lo ocurrido:
- “Señor - le dijo -, yo tenía total fe en que Tú me salvarías y me abandonaste.¿Por qué?”
A lo cual le replicó el Señor: - “¿Qué más quieres? ¡Te mandé dos lanchas y un helicóptero”.

Existe un tipo de idea que impide nuestro crecimiento. De manera genérica se llama "Creencia Limitante".
Esta idea tiene la particularidad de mostrarnos el mundo de UNA manera. Nuestra manera. Y la consecuencia para este tipo de ideas es que desaparece cualquier otro tipo de opción.
Tal como el cuentecito nos muestra. Hay una necesidad muy clara, salvarse de morir ahogado. Pero para la persona sólo existe una sola forma de conseguir cubrir esa necesidad. Las oportunidades se le presentan, pero no las registra como tal. Más aún, puede ser motivo de mostrar una "fidelidad" equivocada a algo o alguien.
La mejor manera de identificar que existe una creencia limitante, es a través de ese malestar que aparece cuando el tiempo pasa y las cosas no ocurren como “tú esperabas”. Ese malestar se llama FRUSTRACIÓN. Y la frustración es una emoción que nos indica que estamos por el camino equivocado. Que nos estamos cerrando a las opciones, que estamos perdiendo flexibilidad y creatividad.
Como dice un refrán (y/o canción): “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. No existen las soluciones a los problemas, cada quien de acuerdo a sus características, a su situación, contexto, etc. Deberá inventar y crear esas soluciones para su situación particular.
Pero para poder tener un buen inicio en la búsqueda de esas opciones es importante que dejes de aferrarte a la idea de que sólo existe una solución, de que sólo de una manera podrás lograr lo que quieres.
Pues otra posible consecuencia es que  empezarán a llegarte otras emociones como rabia, coraje y tal vez depresión.
Hazle caso a tus emociones y busca otras opciones. Todavía tienes tiempo de evitar ahogarte.
Te mando un abrazo y recuerda: “El que no veas la salida, no quiere decir que no exista. Simplemente no la ves en este momento”.
Psic. Pablo A. Cocom Marrufo M. P. H.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente reflexión y todavía más excelente explicación.. gracias...

Unknown dijo...

Excelente explicación muchas gracias por compartirla...