sábado, 12 de enero de 2013

Y tú ¿a dónde vas?


Seguramente al momento en el que leas esté escrito dejaras de hacer algo y luego cuando termines harás algo más. La actividad es parte del ser humano.
Sin embargo, la actividad por la actividad  no es positiva. Y por eso hoy me atrevo a hacerte algunas preguntas, ¿Para qué? ¿Para qué haces todo eso? ¿Cuál es tu objetivo?
Muchas veces tenemos objetivos claros en nuestra vida, sabemos que metas queremos alcanzar, pero  ¿te has puesto a revisar esas metas y eso que le da sentido a tus metas y tú vida? Porque por muy motivantes que sean, pueden tener fallas y en algún momento clave corres el riego de meterte en crisis.
Un criterio que te puedo proporcionar para que evalúes si tus metas están bien enfocadas; es el siguiente:
·         Poner nuestro sentido de vida en algo o alguien que está fuera de nosotros genera crisis tarde o temprano.
Algunos ejemplos de esto pueden ser:
Cuando ponemos en los hijos toda nuestra fuerza y esperanza para que salgan adelante en la vida, pero nos olvidamos de nosotros como personas, o como parejas. Cuando agradecidos queremos devolverles a nuestros padres algo de lo que hicieron por nosotros y en eso centramos toda nuestra vida. O cuando perseguimos un título porque creemos que al tenerlo vamos a obtener aquello que nos hace falta para triunfar.
Pueden ser mucho los ejemplos y nos es que el cuidar a los hijos,  querer darles a nuestros padres, estar con la persona amada u obtener un título esté mal. Lo negativo es olvidarse de nosotros.
Tener una pareja, tener hijos, obtener un título, cuidar de los padres debe ser parte de un plan que te lleve a ser mejor cada día, y que cada uno de los roles que desempeñas (madre, padre, hijo, esposo, esposa, etc) te ayuden a desarrollar el potencial que traes dentro pues esta es una empresa que no termina, para que de esta manera puedas realizarte y la felicidad que sientas puedas transmitirla a los que te rodean.
Hay otro elemento indispensable para que tus metas no fracasen, pero en esta ocasión sólo mencionaré, pues por sí mismo es todo un tema.
·         Es indispensable que sepas manejar el dolor, la pérdida, el fracaso. Pues son un ingrediente indispensable en nuestra vida y muchas veces es el motor que nos mueve a cambiar. Pero tienes que entenderlo así, de otra manera el riesgo es quedarte ahí.
Vivimos en un mundo que corre muy rápido y que nos quiere imponer muchos estereotipos, sólo si tienes clara tu meta en la vida, es decir en tu trascendencia en tu crecimiento podrás evitar perder ese sentido.
Decía Abraham Maslow, “Si hicieras todo lo posible por no crecer, te aseguro que llegará un momento en que te sientas completamente infeliz”.

Te mando un abrazo y recuerda: “el hecho de que no encuentres la salida no quiere decir que no exista, simplemente no la ves en este momento”.
Cualquier comentario o petición te puedes dirigir  a: institutopsicoterapiahumanista@gmail.com

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